viajerapunzel

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lunes, 8 de mayo de 2017

MÓNACO

La ostentosidad hecha ciudad.

Los edificios emblemáticos son de estilo clásico pero muy bien conservados y también hay torres altas. Por la noche, con la iluminación, llaman más aun la atención.  



En teoría cuenta con playa, aunque nosotros no la vimos.



El casco antiguo se encuentra en la parte alta, donde podréis ver el Palacio del Príncipe y algunos miradores (en todos coincide la misma estampa: cañones de diferentes tamaños y con su montaña de  municiones al lado). 
Frente al Palacio hay un par de guardias reales haciendo su "guardia" con el traje típico de allí.








Desde aquí se puede ver el Puerto Nuevo (el de los super barcos) y el Puerto Antiguo, más reservado para barcos de menor embergadura o pesqueros.
También por esta zona hay una iglesia (aunque por su tamaño parece más una Catedral), un Oceanográfico y un parque con vistas al mar.







Es todo cuesta arriba. Realmente llano es solo la parte que pega al puerto.

Abajo, alrededor del Puerto, podrás escuchar la banda sonora de la ciudad: coches de grandes cilindradas y muy lujosos. Para hacerse una idea del nivel que hablamos, podríamos decir que el que va con un Mercedes es pobre... 
Lo común en esta parte son las tiendas de marcas de firma y concesionarios de coches de  lujo e incluso de barcos. 

Junto al puerto y al Grimaldi Forum está el Jardín Japonés (gratuito), con estanques y fuentes que refrescan el ambiente. La verdad que está curioso.




El puerto, os podéis imaginar... es enorme. 
Alberga cruceros, barquitos (los menos) y super yates. Algunos de los más grandes del mundo.

Tambien hay una piscina pública olímpica con varios trampolines.
Las entradas a restaurantes "caros", el casino y tiendas muy VIP están "bloqueadas" con coches brillantes y deslumbrantes que parecen más un concesionario que cualquier otra cosa...




Por último, y lo más conocido yo creo que por todos, el Casino...
La eclosión del lujo.
Se puede entrar como turista, pero yo creo que no se accede a la sala de juego, sino que debe ser especie museo.
La entrada tiene coste y hay que ir un poco arreglado, pero no es necesario ir de etiqueta. Siempre hablando de turismo. Si vas a cenar o a jugar, no sé qué exigen exactamente.

Alrededor de la entrada hay como una plaza por la que se puede estar sin problema y en la parte trasera hay un pequeño paseo con vistas al puerto. 









Para aparcar en Mónaco, tendrás que tirar de parking de pago. Por lo menos hay bastantes y están bien indicados.
Conducir es un poco agobiante, las calles no son muy anchas, pasas por túneles y el tráfico es bastante denso y rápido.
El resto del año se conservan los "pianos" del circuito cuando se celebra ahí la Fórmula 1 y hay estatuas por todo el principado rememorando este gran premio.




Pero entiendo que venir aquí, por lo menos para mí, es una experiencia que hay que vivir.